Queridos peques,
Hace un momento wassapeaba con mi amiga Virginia sobre la espiritualidad. Un concepto que ha venido a formar parte de las innumerables expresiones religiosas que pueblan el mundo y que por ello queda abierto a diferentes explicaciones. A mi me ha tocado vivir con el concepto judeocristiano de espiritualidad. Un universo ostracista, agobiante, castrado y normalizado en donde no queda mucho más allá que el fracaso terrenal de vivir dicha espiritualidad. Han pasado ya muchos años y a pesar de que el sustrato está ahí, he podido liberarme en gran medida. Poder empezar a vivir respirando sin presión.
No nos educan para ser felices. Nos dicen que tenemos que ser felices. El problema es que sin una base espiritual no hay felicidad posible. Actualmente, salvo en los círculos y ambientes religiosos, poca espiritualidad se respira. No sólo eso, está mal vista.Bueno, menos para el colectivo ‘New hyppie Espiritualista’ en donde la madre tierra, que no deidad o ser absoluto, nos aporta todo.
Como me gusta apuntar en las charlas que imparto de nutrición :-), la espiritualidad es desarrollar en cada persona el potencial que lleva dentro para después aportarlo, sumarlo, multiplicarlo,… al grupo. Es responder sin dudas a qué soy y qué hago aquí. Cuando lo consigues ya sólo te queda ser.
Como a nosotros no nos enseñaron, tenemos que desaprender a ser, para buscar nuestro propio ser y poder luego ser. Sólo espero que os pueda ayudar a encontrar vuestro ser y que podáis desarrollarlo en toda su plenitud para que se lo brindéis al mundo con todo el amor que se merecen.