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Un buen padre

Queridos peques:

Situemos la entrada. Acabamos de tener cena los alumnos de la segunda promoción de Reflexokinesiología. Ostras!!!! entre los vinos que me he bebido y que no es fácil el nombre, casi me lío. Llevo seis años desde que descubrí este tema de la kinesiología neurológica funcional y me sigue pareciendo apasionante.

¿Qué es un buen padre? o ¿Una madre? Lo de la madre no tengo ni idea. Disculpadme, pero no es bueno hablar de lo que uno no sabe y sobre todo porque soy consciente de que el sexo en este caso es indiferente. Un buen padre es aquel personaje, individuo, señor, indocumentado, o yo, que os quiere con locura, os respeta, os teme, os protege, os gestiona, os, os, os … joder!!!! soy vuestro padre hace muchos años y sigo sin saber que es eso de ser buen padre. Eso sí, he aprendido una cosa muy importante: ser padre, ser buen padre: es ser tú mismo. Nunca volveré a ser alguien que no soy, aunque no os guste. No soy ni mejor, ni peor que otros.

¿Ser tu mismo? Ahí lo dejo. Para algunos es dejar que sus hijos crezcan como la hierba, para otros hay que domarlos, para otros hay que regarlos, ayudarlos, para otros hay que cambiarlos (transgénicos), para otros hay que destruirlos y volverlos a construir,… para mi hay que quererlos, observarlos, acompañarlos, ayudarlos, potenciarlos, agruparlos,… con el objetivo de que la sociedad en la que viven sea fructífera para todas.

Os sigo queriendo muchooooooooooo!

 

Esta entrada fue publicada en 27 noviembre, 2016.